Con la alegría de saber que Cristo ha resucitado, y una vez
terminada la Semana Santa de 2016, la Hermandad del Amor afronta este nuevo
tiempo con ilusión para encarar nuevos proyectos y está en disposición de valorar cómo se
han desarrollado los últimos días en los que, aparte de vivir la Cuaresma con
emoción, también vivimos un nuevo Martes Santo inolvidable.
Después de haber vivido el Viacrucis con la imagen del
Santísimo Cristo del Amor por las calles de la feligresía y de haber asistido
al anuncio de la llegada del Martes Santo que realizó Ana Martínez Labella con
su emotivo pregón, continuamos los días previos a Semana Santa con la
celebración del triduo a nuestra Señora del Primer Dolor los días 17, 18 y 19
de marzo. Con motivo de esta fiesta, se montó un altar de cultos para nuestra
Madre que, por primera vez, lo ha llenado solamente Ella. Con su palio de
estrellas como baldaquino y un delicado arreglo floral y de candelería, la
Virgen del Primer Dolor presidió el Altar Mayor de San Sebastián en una estampa
que nunca olvidaremos.
El primer día de triduo predicó la palabra don Francisco
Sáez Rozas, párroco de Santa María de los Ángeles quien consiguió llegar a
nuestros corazones con la sencillez y la calidez de sus palabras. En este
primer día de triduo juraron nuestras reglas los siguientes hermanos:
-Alicia López Gómez
-Lidia Moyano Salazar
-Adriana Pinel Jiménez
-Clara Menéndez Rico
-Marta García castro
-Emelina Soriano García
-Ana López del Águila
-Alba López del Águila
-Laura Rodríguez Crespo
El sábado 19 de marzo, tercer y último día de triduo,
nuestra Señora del Primer Dolor estuvo expuesta en devoto besamanos en las dos
horas previas a la celebración de la Sagrada Eucaristía y lució el nuevo terno
que le ha regalado a título póstumo nuestro hermano Manuel Álvarez (Q.E.P.D.) y
que, de manera altruista, ha bordado Gabriel Martín Gázquez, vestidor de
nuestra Señora. Se bajó a la Virgen de su altar de cultos y, sobre una peana y
con corona, quedó a la altura de los fieles que pudieron embelesarse con la
celestial belleza de la Madre de Dios y señora del Primer Dolor.
Ese mismo sábado por la mañana la hermandad también
participó en la tradicional cuestación de Semana Santa que organiza la
Agrupación de hermandades y cofradías de Almería.
Durante la misa del tercer día de triduo, celebrada por
nuestro consiliario, don Manuel Cuadrado Martín, se bendijo la Cruz de Guía que
hemos estrenado en nuestra Estación de Penitencia de este año.
Y por fin amaneció el Domingo de Ramos y, como siempre, la
hermandad participó activamente en los cultos que se celebran en nuestra sede
canónica. Nuestros hermanos portaron la Borriquita en la tradicional misa de
bendición de palmas y nuestro coro acompañó con sus canciones la celebración de
la Santa Misa. Por otro lado, y como también venimos haciendo desde hace años,
una representación de la hermandad salió a la puerta de la iglesia a recibir a
la Cofradía de la Borriquita cuando, durante su recorrido para realizar
Estación de Penitencia, transitaron por delante de la iglesia de San Sebastián.
No hay mejor momento que la mañana del Domingo de Ramos para festejar los
estrechos lazos afectivos que unen al triángulo que formamos estas dos
hermandades y la parroquial de San Sebastián.
La noche del Lunes Santo, mientras ultimábamos los detalles
para nuestra Estación de Penitencia del día siguiente, también recibimos a la
Cofradía de la Macarena en su tránsito por nuestra parroquia una vez que habían
iniciado ya el camino de regreso a su templo. Con el Santísimo Cristo del Amor
sobre su paso y encarado a la puerta principal de la iglesia, fuimos testigos
del cariño hecho esperanza de su Madre que, por más de diez minutos, permaneció
en San Sebastián sin querer separarse del amor de su hijo.
El Martes Santo, como mandan nuestros recientemente
aprobados estatutos, volvimos a hacernos cofradía para realizar piadosa
Estación de Penitencia en la Santa Iglesia Catedral acompañados de nuestros
titulares. Podemos sentirnos satisfechos del resultado.
Sonó un toque de oración ante la Cruz, nuestra Cruz de Guía,
en memoria y homenaje de los treinta y cuatro fallecidos esa misma mañana en un
incomprensible acto de terrorismo perpetrado en nombre de la religión; Nuestro
desfile en penitencia hasta la Catedral fue serio, respetuoso y ordenado, y así
permanecimos hasta regresar a San Sebastián; Fuimos rigurosos con el programa
de paso y hasta llegamos a ganarle diez minutos al reloj en gran parte del
recorrido y, finalmente, nuestra Señora del Primer Dolor se despidió de la
ciudad bajo una lluvia de pétalos ofrecida por nuestro enorgullecedor grupo
joven y nosotros pudimos despedirnos de Ella como más nos emociona: rezándole
un Avemaría al compás de Santa Cecilia.
Agradecemos a los nazarenos de fila, guardería y celadores,
insignias y representaciones, cuerpo de acólitos, mantillas y diputados, a las
cuadrillas de costaleros y costaleras, capataces y auxiliares, músicos y al
inestimable equipo de apoyo externo vuestro compromiso con el sentimiento de
esta hermandad. Porque todos hicisteis grande a la Cofradía del Amor.
Gracias también a nuestra pregonera, Ana Martínez Labella,
concejal de cultura y fiestas Mayores, y a su compañera en el equipo de
gobierno municipal y también querida por nosotros María del Mar Vázquez, edil
de seguridad y movilidad ciudadana, por acompañarnos en nuestra Estación de
Penitencia así como a los miembros de Policía Local, Bomberos y Protección
Civil, hermanos honorarios de nuestra hermandad, con quienes nuestros lazos
afectivos son ya indestructibles.
Gracias a la Banda de cornetas y tambores Santa Cruz y a la
Banda de música Santa Cecilia, de sorbas, por seguir sumando noches de Pasión
con nosotros. Que las emociones que nos provoca vuestra música siga siendo
nuestras sinceras palabras de agradecimiento.
El Jueves Santo el coro de la Hermandad participó en la
celebración de la Cena del Señor, Eucaristía, y, el Viernes Santo, también lo
hizo en los Santos Oficios. La noche del
Sábado de Gloria, participamos en la celebración de la Vigilia Pascual junto
con el resto de grupos de la parroquia y feligresía de San Sebastián. Siguiendo
con la tradición, al finalizar la misma mantuvimos una convivencia en los
salones parroquiales.
Os agradecemos a todos los hermanos y amigos vuestra
presencia y vuestra participación en los diferentes actos y cultos que hemos
celebrado. Cuando el amor nos une, es cuando somos hermanos, cuando somos
hermandad.
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